martes, 14 de septiembre de 2010

El idioma de un bilbaino

Hoy he leido un artículo en "elcorreo.com" que me ha hecho gracia, seguramente solo tenga gracia para los que somos de Bilbao y más para los que tenemos un poco de nostalgia de Bilbao, pero bueno, para el resto por si alguna vez se me escapa alguna palabra que no entendais que veais que en verdad existe. Aunque en eso gana Raúl el canario seeeeeguro.

El mapamundi de Bilbao

"Perdonen, en qué idioma hablan?». La pregunta nos ha hizo, en agosto del 98, la camarera de un restaurante del Village de Nueva York. Las dos parejas que compartíamos viaje y mesa nos miramos sorprendidos. No recordábamos haber hablado en euskera y la chica era argentina. «En castellano»,le respondimos. «No -dijo ella- eso no era español, era…otra cosa». Y tenía razón. Recapitulando la conversación concluimos que el despiste era normal. «Estoy larri y no quiero mojojones» o «este vino, ni para kalimotxo» o «no seas borono y deja bote», además de los muchos 'pues' salpicados, ayudaban poco a la ubicación del idioma. A eso añadan una lista de palabras, tan gruesas como prácticas, de esas que gustamos llevar en el zurrón los del botxo.



He viajado en el tiempo y en el espacio para recordar, si es que hacía falta, que además del castellano y el euskera tenemos otro idioma: el bilbaino. No aparece en el último sociómetro, ni falta que le hace. Existe. De hecho, guardo como un preciado tesoro, el Diccionario de la Lengua Bilbaina. Hace unos años, compartí con su creador, Juan Echegoyen, aperitivo en el 'Azulito'. Hablamos de lo que en Madrid creen que es txirene o que al güito, por alguna extraña razón, le otorguen significado sexual. Que al balde de agua le digan cubo y al choto, capucha. Y que si llamas trinchera a un tres cuartos impermeable o chamarra a una cazadora no te entienden más allá de Altube. Convenimos que el ¡aupa!, fuera de lo deportivo y según tono, sirve de ánimo o de condolencia. Pero si el giro de cabeza es ligero, conlleva indiferencia. Y así pasamos la tarde. Viendo que somos singulares en lo geográfico, lo léxico y lo ortográfico.


Cierto que en cuestiones gastronómicas no hay región o pueblo que no tenga su propia forma de catalogar verduras, pescados o carnes. Si pides zapatero en Madrid, por ejemplo, no se imaginan que te refieras a una palometa o japuta. El zancarrón se llama morcillo. Las vainas, judías verdes y las alubias, judías rojas. Las rabas, calamares. De la antxoa y su traducción como boquerón no voy a hablar. Hasta en la RAE llevan empanada con el asunto. Pero lo nuestro va más allá de un mero regionalismo. Basta con recorrer 99,8 km para descubrir que, en San Sebastián, al juego del campo quemado, ojo al dato, le llaman brilé y no saben que las bicicletas llevan catalina. Explica tú ahora, por ahí fuera, lo que es el color azul Bilbao.


Por eso, los que pisamos otras tierras, nos reconocemos con un simple saludo, una palabra suelta o un taco arrastrado. Somos capaces, incluso, de ubicar a un paisano en una localidad concreta según llame al bígaro, caracolillo o magurio. Lo que, sumado a lo anterior, demuestra que somos un mundo. De ello escribieron, unas veces con sorna y otras, aunque pocos lo sepan, con evidente interés, ilustres del verbo como Cervantes o Quevedo. Por algo será.


En fin, les dejo que voy para el botxo. Tengo con la cuadrilla una jamada del copón y luego parranda. Invita Javi, el chico viejo que deja de ser birrotxo. Tiene una potxolada de txoko, con los del otxote, en una lonja del kasko llamado 'Los Txirene'. De piscolabis hay antxoas albardadas y rabas. Luego alubias con sacramentos y helau de kukurutxu. Antes, unos potes. Dos rondas de txikitos y zuritos y una espuela rápida, que el pastor del Gorbea dice que va a hacer fresco. Además, el cocinillas es un peste. Absténganse los pichicomas, txotxolos y sinsorgos. Para los trompalaris, que pisan iturri en seguida, prohibido llegar perfumaus. Y el que ande kili-kolo, tranki. Tenemos porrusalda, agua de Bilbao y el teléfono del Igualatorio. Ah, y nada de katxis. De coger castaña, que sea con fuste. En fin pitxines, agur sin más." (El idioma del botxo de Jon Uriarte elcorreo.com)
 
http://www.bilboogle.com/

6 comentarios:

  1. Yo en este artículo es donde descubrí que la japuta de la que siempre hablaba Zacarías era el zapatero!!!

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  2. Polite :p !!!!

    Txema con lo rojazo que tu eras y pones japuta y zapatero en la misma frase...pareces hasta seguidor de Berlusconi (vas a trabajar fuera, y te casarás con una rica!!!)

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  3. Gonzalo, me parece muy culto, inteligente y locuaz que invertigues asuntos de esta envergadura, eso denota tu gran coeficiente de intelecto, el mismo en el que nuestra empresa Proes confia en ti, y el mismo que se espera de tí para que logres entender tu cuadro de vacaciones y no estar constantemente quejandote a la Directora de Administración de esta Empresa. Por tanto, te pido encarecidamente que el esfuerzo que aplicas en entender esta escritura sea el mismo que debieras tener en entender el cuador de vacaciones que te planteamos sin que exista queja por tu parte. Buenas noches.

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  4. Acabo de descubrir lo que era la japuta... pensaba q era un juego de cartas.
    En mi pueblo... se llama papardo.(euskera, supongo, como se habla euskañol a veces)
    Ya que te culturizas con localismo....jeje
    - semi -

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  5. Puff papardo, no serás de Lekeitio... un saludo, hsa parado de correr ya???

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