Ya estamos en temporada de barbacoas según el calendario bilbaíno, que tanto se sigue por aquí, y es que el clima argelino se parece mucho al del verano del norte del hemisferio norte, días cálidos con noches "freskitas" y por más que he intentado explicárselo a Raúl y a Carlos, hasta hoy han aceptado mi veto a pasar frío.
Así que al salir de trabajar nos hemos acercado al mercado de Port au Poullet y nos hemos hecho con la ultima chuleta de vacuno y unos "morsones" de cordero viejo... los mismos que nos saludaban a la entrada de la plaza...
Beee, beeee, beeee, beeeee
En el mar tampoco es que haya animales mucho más apetecibles para comer..
Ya en el campo hemos disfrutado de una buena barbacoa, donde el fuego ha hecho olvidar la procedencia de la carne. Y la buena compañía ha hecho quitar las tensiones del trabajo y recordar que hay una parte de la vida aquí que hay que disfrutar.
Esa familia!!!
Y para rematar, Raúl nos ha preparado un chill-out a la puerta del edificio de "La mimosa" que ha sido la envidia de los indios, japoneses y argelinos del recinto... brebajes, música, actuaciones del koala trepando por los arboles y prácticas de bombero... (todo vale dentro de los muros del campo mientras no salgas.... dentro libertad absluta¿?)
Faltamos en la foto pero ahí estuvimos hasta la madrugada...
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