Vaya esperpento de cena!!!!!

Hoy es martes y como todos los martes anteriores, se suponía que nos iban a denegar la escolta para salir a cenar; pero esta vez no ha sido así y se cambió la hora de salida para evitar la escusa tradicional de que era demasiado tarde para poner un servicio de gendarmes.

Así que a las 18:30 estábamos todos listos para partir, todos menos los policías que han llegado media hora tarde recortando a una hora el tiempo que teníamos para disfrutar de la salida.

Allí se han plantado 2 coches con 7 escoltas y los correspondientes choferes, que nos han guiado hasta el restaurante GERMANIS de Arzew, un restaurante de cocinero francés con buena reputación y que sirve alcohol.

Al llegar al sitio, por supuesto, era demasiado pronto y nos han dado un tour por el pueblo mientras hacíamos tiempo, pero montados en el coche... vamos si hay nada que ver, montados en la furgoneta menos.

Yo estaba ya a punto del desmayo, un hambre y una sed que me moría (una fatiguita canaria), pensaba que esa media hora de tour iba a ser un pequeño retraso en la llegada de la cena, pero no!! todavía iba a tardar más.

Al entrar al restaurante el capitán de los "gérmenes" se ha plantado con nosotros a ver que hacían y por no tener plan preparado les hemos dicho que pasen, ¿cuantos sois? 5, ok pasar... y han empezado a desfilar a la mesa de al lado 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7 con sus 7 rifles.... un chofer, otro... y el argelino jefe del proyecto que ha aparecido allí por arte de magia o al olor de los langostinos.

El local un desastre, más por el servicio que por la comida, pero han tardado unos 10 minutos en tomarnos nota a todos, para que al cabo de 5, venga otra chica a preguntarnos que queríamos...

Total que hemos empezado a cenar a las 21:00 o así, ni me acuerdo, casi pierdo la consciencia.

En fin, que una experiencia un poco horrible lo de salir a cenar con los escoltas y sus armas que nos superaban en número a los que debían vigilar ¿? para colmo a uno se le ha caído el arma mientras comía... se le llega a disparar una bala y la lía, aunque por probabilidad de iba a dar a un compañero suyo, claro.

Prefiero escaparme, correr ese "riesgo" de cenar donde yo quiera, a mi ritmo y bebiendo cerveza sin tener que pedir permiso por si se ofenden.