Aunque alguno piense que no respeto su religión, lo cierto es que cada día que paso aquí intento aprender algo más del islam y lo que es más importante aplicarlo a mi vida aquí.
Tengo un compañero argelino que siempre está diciéndome fallos que tienen mis documentos o pequeños errores de la obra que hay que remarcar a los franceses, y claro yo pensaba que tío más pijotero, pero bueno le hacía caso más o menos.
Un día se me acercó y me comentó que igual todas sus observaciones me parecían tontas, a lo que yo contesté nooo que vaaa je. Y entonces me explico, que en su religión, si tú ves algo que está mal, debes intentar cambiarlo con tus manos; si con tus manos no puedes debes hablar con alguien que pueda cambiarlo; y si ni con tus manos ni con tu palabra puedes hacer nada; debes llevar en tu corazón que esa situación debería cambiarse.
Una vez explicado todo tenía sentido y yo también me he puesto a aplicarlo; con lo cual, entre mis fallos denunciados y los que veo yo mismo, no tengo tiempo de cambiarlo todo.
Así que le pregunté a mi secretaria que decía el Corán de como resolver los problemas cuando su número era muy grande y el tiempo muy pequeño y me dio la respuesta a como graduar los problemas: hay que solucionar en función del tiempo que tengas aquel problema que en ese periodo seas capaz de resolver correctamente.
Y así vivo, resolviendo decenas de problemas de diez minutos.
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