El pequeño pueblo de Port aux Poulet es una caja de sorpresas, ayer volviendo a la obra después de comer, nos encontamos en un par de hombres tocando un tambor y una especie de "dulzaina"... en medio de la calle así que ahí paramos el coche, aparecio el pizzero breakdancer, paro otro coche y en un momento se montó una verbenilla...
Al terminar la actuación pasaron a pedir alguna moneda y no tenía nada (walo) porque acababa de pagar la comida... y no me creía el hombre del tambor así que le dije en broma si me dejaba pagar a credito y vaya mosqueo se cogió, le di un euro y tampoco.
Así que de ahí nos fuimos rapidito, entre risas... grandes momentos!!!!
peffffffffffffffffffffff
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